EREVÁN, 16 DE JUNIO, ARMENPRESS. Lugar de la ceremonia: la cumbre del Ararat. Código de vestimenta: ropa de senderismo. Ha sido invitado a una boda. Ishján Guevorguián y Ashjén Hovhannisián son de las parejas jóvenes que piensan cómo organizar una boda memorable y original. Ambos aman la naturaleza, el senderismo, escalar montañas, alturas, y estas preferencias en común fueron las que primaron a la hora de organizar su casamiento. Ashjén contó que le había propuesto a su novio escalar el Ararat en lugar de pasar de luna de miel en otro lugar.

“Con Ishján habíamos hablado muchas veces sobre nuestro sueño de escalar el Ararat. La mayoría de los armenios siempre ha tenido ese sueño y ese deseo parece existir desde la niñez. Siempre le sugerí a Ishján que fuéramos al Ararat después de casarnos. Entonces, un día hablamos y él me propuso: ¡vamos a casarnos en la cima del Masís! No  puede haber mejor ceremonia que esa. Por supuesto, acepté ", dice Ashjén Hovhannisián.

Lo decidieron y lo hicieron. Superando todas las dificultades que se les presentaron a diario, el 26 de agosto de 2018 llegaron a la cima del Ararat. La falta de oxígeno dificulta la movilidad en la cima; es posible que uno se sienta peor, pero nada les impidió cumplir su gran deseo. Ishján Guevorguián cuenta que muy pocos de los expedicionarios sabían que iban a asistir a una boda en la cúspide.

"Finalmente, la mayoría de los participantes en la campaña se enteró de nuestro plan. Ya en la cima, les dijimos que estaban invitados a la boda. Martín Martirosián (jefe guía de la expedición Hatís)  sostuvo la cruz mientras los demás ayudaron a servir el champán. En otras palabras, los sorprendimos. Se fundieron y se multiplicaron dos sentimientos muy fuertes: por un lado, superar las dificultades de escalar el Masís y  por otro lado, nuestro enlace", dijo Ishján Guevorguián.

Han pasado años, pero la joven pareja recuerda ese día único con una sonrisa y admiración;  habla de un sentimiento fuerte, de orgullo, de estar más cerca de Dios en ese momento. Ahora ya tienen la oportunidad de compartir esta historia con sus hijos, con quienes han vuelto a escalar.

La joven pareja se guía por el siguiente principio: para amar a tu país, primero debes conocerlo. Por haber conocido y descubierto juntos Armenia y Artsaj, Ishján y Ashjén ahora están tratando de contribuir a otra iniciativa.

La pareja, que se conoció en la organización no gubernamental patriótica y militar “Art of Survival” (“El arte de sobrevivir”), ahora contribuye a la iniciativa “Azatazén” con un campo de tiro, que permite aprender el arte de dominar las armas a quienes lo deseen.

"Después de la guerra, decidimos abocarnos a esta iniciativa. No teníamos lugar para entrenar. Como no hay un gran campo de tiro en Armenia, íbamos a las montañas a disparar,  pero es peligroso. Hoy en día hay muchos lugares de entretenimiento en Ereván, pero no hay un campo de tiro. Con nuestros compañeros, decidimos cambiar la imagen del país y formamos la organización no gubernamental militar-educativa "Azatazén". Esto ayudará a enseñar a quienes quieran familiarizarse con los secretos de las armas ", dijo Ishján Guevorguián. Ashjén también participa activamente en la ejecución del proyecto.

Ambos tienen muy en alto su espíritu militar y patriótico y la aspiración de hacer una obra significativa por la patria. Manteniendo vívidas sus emociones sobre el monte Ararat en un rincón cálido de su corazón, la joven pareja ahora va por nuevos descubrimientos.

Anna Gzirián

Fotos de archivos de Haik Manukián e Ishján Guevorguián