EREVÁN, 2 DE FEBRERO, ARMENPRESS. En una conversación con Armenpress, el politólogo Gurgen Simonyan, hizo referencia la decisión de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa y los acontecimientos del sur del Cáucaso. En esta ocasión, Simonyan manifestó que la decisión de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa de suspender los poderes de Azerbaiyán en esa estructura durante un año era esperada, ya que Azerbaiyán se asocia con un país despótico cuya política es la antítesis del mundo civilizado. Los principales enfoques de Bakú giran en torno a la promoción de la política de destrucción total del Estado armenio en la región y las autoridades azerbaiyanas intentan servir a ese fin.

"El mundo civilizado tiene expectativas, por eso intentará orientar la política de la parte azerbaiyana de acuerdo con el sistema de valores de protección de los derechos humanos fundamentales y los principios formados luego de la Segunda Guerra Mundial. Azerbaiyán intentará neutralizar a todas esas oportunidades que tienen como objetivo fortalecer la resistencia de Armenia", afirmó el politólogo.

Según Simonyan, no es Europa la que rompe las relaciones con Azerbaiyán, sino lo contrario. Hasta noviembre-diciembre de 2023, Europa intentó considerar las relaciones y realidades regionales en un contexto de complementariedad, para que Azerbaiyán no entrara en la esfera de influencia rusa, es decir, respetando los derechos de la población de Nagorno Karabaj y brindando la oportunidad de un cambio de poder en Azerbaiyán, pero estas exigencias son líneas rojas para el presidente Ilham Aliyev.

"Esto llevó al líder de Azerbaiyán a aplicar una política más dura hacia Europa y el Occidente en general. Bakú pospone la aceptación del nuevo embajador extraordinario y plenipotenciario de Estados Unidos, Aliyev se negó a aceptar al enviado mediador Louis Bono, los representantes diplomáticos de Francia fueron expulsados ​​​​del país y se inició una causa penal contra uno de ellos. No es casualidad que Europa haya dado un paso recíproco y se haya negado a enviar observadores en relación con las elecciones en Azerbaiyán. De hecho, fue Azerbaiyán quien adoptó una postura, y las medidas de Europa son sólo una reacción a la política seguida por Bakú. De ahora en adelante Armenia debe aplicar una política mucho más profunda, integral y voluntaria para repeler la agresión de Azerbaiyán", señaló Simonyan. 

Análisis completo en su versión en armenio.