EREVÁN, 27 DE FEBRERO, ARMENPRESS. El Ministerio de Asuntos Exteriores de Armenia emitió una declaración con motivo del 36º aniversario de los pogromos de Sumgait. 

"El 27 de febrero de 1988, por iniciativa de la dirección del Azerbaiyán soviético y en condiciones de absoluta negligencia, comenzaron las masacres de la población armenia de Sumgait, acompañadas de casos de violencia, brutalidad, desapariciones forzadas, despojos y violaciones masivas de derechos humanos. Cientos de armenios fueron asesinados, entre ellos mujeres, niños y ancianos, y miles de armenios fueron desplazados por la fuerza.

A la tragedia de Sumgait le siguieron masacres de armenios en Kirovabad, Bakú y otros asentamientos de Azerbaiyán poblados por armenios. Estos acontecimientos en cadena, como la despoblación total de Najicheván demostraron que los crímenes mencionados no eran episodios aislados de violencia basada en el nacionalismo, sino manifestaciones regulares de la política de odio a los armenios planificada e implementada por el Estado. Como resultado de esa política, alrededor de 500.000 personas de etnia armenia fueron deportadas por la fuerza del Azerbaiyán soviético.

Estos acontecimientos no sólo estuvieron dirigidos a la población armenia, sino también acompañados de acciones deliberadas para eliminar el patrimonio y huella armenia.

Ya en el siglo XXI, en condiciones de total impunidad, Azerbaiyán continuó con la misma política de aterrorizar a los armenios nativos de Nagorno Karabaj, realizar un bloqueo inhumano, matarlos de hambre y, en última instancia, despoblar Nagorno Karabaj mediante el uso de la fuerza y la limpieza étnica, que se completó incluso desafiando tres decisiones jurídicamente vinculantes tomadas por la Corte Internacional de Justicia de la ONU.

Incluso en la actualidad, Azerbaiyán continúa su política de erradicar cualquier rastro armenio bajo su control, profanando, destrozando y destruyendo monumentos religiosos e histórico-culturales armenios. En el presente, la actual política xenófoba y hostil contra la República de Armenia va acompañada de discursos de odio de alto nivel, amenazas y retórica agresiva, lo que es un obstáculo para superar la enemistad entre los pueblos y establecer la paz y la estabilidad en la región.

La comunidad internacional debe evaluar adecuadamente los crímenes masivos que han tenido lugar y poner en marcha todos los mecanismos disponibles para evitar que se repitan tales crímenes y contribuir a los esfuerzos sinceros de Armenia para lograr una paz digna y duradera en el Cáucaso Sur".