EREVÁN, 5 DE MARZO, ARMENPRESS. En una conversación con Armenpress, el académico turkólogo Ruben Safrastyan se refirió a las perspectivas de las relaciones entre Armenia y Turquía y a los enfoques presentados en el Foro Diplomático de Antalya.

Según Safratyan, la parte turca no utiliza el proceso de negociación armenio-turco para resolver problemas, sino para convertir el proceso en una lucha diplomática, obteniendo ventajas, y Armenia, continuando las negociaciones, debería intentar avanzar en sus enfoques en esa lucha.

"El proceso de reconciliación entre Armenia y Turquía lleva, en realidad, un largo tiempo sin avanzar, y la única responsable de ello es la parte turca, que con simples palabras declara que renuncia a las condiciones previas, pero en realidad los hace avanzar de una manera más dura. Las declaraciones del presidente Erdogan del año pasado demuestran que ya está formulando las condiciones previas como exigencias. Como en el pasado, Ankara conecta el proceso de reconciliación armenio-turco con las negociaciones en curso entre Armenia y Azerbaiyán, esperando que la parte armenia haga concesiones unilateralmente y firme un tratado de paz con Azerbaiyán basado en las demandas maximalistas de este último", explicó Safrastyan.

Según el académico, hasta que esto suceda y Armenia no se someta a las presiones de Turquía y Azerbaiyán, la parte turca esencialmente congeló el proceso de normalización de relaciones con Armenia.

"El discurso del vicepresidente de la Asamblea Nacional de Armenia, Rubén Rubinyan, en Antalya, demostró una vez más que Armenia continúa con su política adoptada desde el primer día e insiste en que la regulación de las relaciones con Turquía debe realizarse sin condiciones previas. Aquí fue interesante la reacción del enviado de la parte turca, Serdar Kılıç, quien utilizó un truco diplomático, tratando de acusar a Armenia de imponer condiciones previas. Kilic insinuó que Armenia propone continuar las negociaciones en terceros países, mientras que Ankara quiere que las reuniones se realicen en Turquía o Armenia. Además, Kilic propuso celebrar la próxima reunión en Ereván. Otro truco utilizado por el enviado turco estuvo relacionado con la toma de decisiones importantes como resultado de una posible reunión en Ereván", mencionó.

Según Safrastyan, Ankara quiere dar la impresión no sólo a la parte armenia, sino también a la comunidad internacional, de que está dispuesta a normalizar las relaciones con Armenia y a dar pasos importantes en las negociaciones. Según el turkólogo, Kilic es un diplomático experimentado, por lo que, a través de los trucos mencionados, muestra su voluntad de llevar a cabo una política constructiva, tratando de presentar el problema bajo una luz completamente diferente.

"Para comprender la política turca es necesario tener en cuenta el hecho de que para Ankara la regulación de las relaciones con Ereván no tiene una importancia significativa. Económicamente, nuestro país no es de gran interés para Turquía. En 1991, la parte turca llegó a la conclusión de que Armenia, al no tener acceso al mar y encontrarse en una situación geográfica desfavorable, debería estar más interesada en regular las relaciones con Turquía que al revés, y esto es exactamente lo que Ankara está utilizando, esto es exactamente lo que coloca a Turquía en el centro del enfoque diplomático y geopolítico. Su objetivo es obtener concesiones de Armenia en el proceso de negociación, y para ello la reconciliación entre Armenia y Azerbaiyán se utiliza como herramienta de presión adicional", concluyó el académico.