EREVÁN, 24 DE ABRIL, ARMENPRESS. En el 109º aniversario del genocidio armenio, el cofundador de la empresa Moderna, filántropo y cofundador de la iniciativa humanitaria "Aurora", Nubar Afeyan, publicó emitió un llamado a la comunidad mundial publicado en medios prestigiosos como New York Times, Washington Post y Times de Londres. En su comunicado, enfatizó que uno de los recuerdos imborrables de sus años de infancia en Beirut fueron los eventos conmemorativos que se celebraban cada año el 24 de abril, durante los cuales su familia, junto con miles de otros armenios en todo el mundo, honraban a un millón y medio de armenios asesinado por los turcos otomanos. "No puedo describir completamente lo que significa ser un niño que, antes de aprender los números o las letras, aprende a ser parte de una comunidad que otros han tratado de destruir. Esa comprensión es el núcleo de mi ser y alimenta mi continua preocupación, apoyo y esfuerzos para proteger a Armenia y a los armenios", escribió Afeyan en su página de LinkedIn. Manifestó que hoy la historia se repite y los armenios son asesinados y desplazados nuevamente, y la comunidad internacional simplemente está observando todo aquello. Por esta razón decidió publicar una carta para llamar la atención del mundo alrededor de este tema.

"Hoy es el 109º aniversario del genocidio armenio, un día de recuerdo, cuando el mundo entero conmemora el brutal asesinato de alrededor de un millón y medio de armenios en el Imperio Otomano, un destino que mi abuelo apenas logró evitar. 

Sin embargo, aquí es donde reside la tragedia armenia. Mientras lloramos el pasado, la historia se repite. Los armenios son una vez más el objetivo de una limpieza étnica, los líderes políticos están detenidos ilegalmente y Armenia enfrenta amenazas existenciales a su soberanía y autodeterminación. 

El agitado mundo mira para otro lado. Por lo tanto, en general no se entiende que, desde septiembre pasado, Azerbaiyán desplazó por la fuerza a toda la población de 120.000 armenios de su tierra ancestral en Artsaj, un enclave armenio también conocido como Nagorno Karabaj.

Azerbaiyán también continúa manteniendo ilegalmente prisioneros armenios, como mi amigo y colega Ruben Vardanyan, un hombre de negocios y filántropo que ocupó por un corto tiempo el cargo de ministro de Estado de Artsaj. Al mismo tiempo, la escalada de la situación en la frontera de Armenia profundiza el temor a una posible invasión de Azerbaiyán. 

Hace tres años, el presidente Biden se convirtió en el primer presidente de Estados Unidos en reconocer oficialmente lo que a menudo se llama el "genocidio olvidado" de 1915, sumándose a decenas de otros países y organizaciones mundiales. Pero, ¿de qué sirve reconocer el desplazamiento forzado y la muerte si permitimos que esos mismos incidentes vuelvan a ocurrir? "Genocidio armenio" no es sólo un eslogan, es una amenaza real y desesperada.

Estados Unidos y la Unión Europea promueven activamente la paz y un nuevo orden en el Cáucaso Sur. Rusia, Turquía e Irán deben estar interesados ​​en el mismo resultado. Sin embargo, como nos recuerda la guerra actual en el Medio Oriente, es difícil lograr o sostener la paz a menos que se base enteramente en la justicia. Dar prioridad a la paz forzada sólo prolongará los conflictos y obstaculizará el desarrollo de la región.

Esta es una pesadilla con la que el mundo puede acabar. Azerbaiyán no debería encontrar hoy motivos para un conflicto con Armenia. Después de la invasión del año pasado, Armenia abandonó los esfuerzos de autogobierno en Nagorno Karabaj. Ahora, la afirmación de Azerbaiyán de que se puede establecer la paz cuando Armenia proporcione a Azerbaiyán un corredor hacia Najicheván y Turquía violando su frontera internacionalmente reconocida es ilegal e injusta.

Si Azerbaiyán no pone fin a su posición hostil, la comunidad internacional debe actuar para proteger los derechos de los armenios y reconocer la soberanía y el derecho de Armenia a la autodeterminación. Azerbaiyán también debería liberar a todos los prisioneros armenios que han estado detenidos ilegalmente en los últimos años.

Azerbaiyán pretende convertirse en líder mundial, pero todo esto conlleva responsabilidad. El año que viene, Bakú será la sede de la cumbre climática de la ONU, COP-26. La selección de Azerbaiyán fue controvertida debido a su economía basada en el petróleo y el gas y su historial negativo en materia de derechos humanos. Azerbaiyán debe demostrar que es digno de esta confianza.

El genocidio armenio fue el primer genocidio del siglo XX. El término "genocidio" fue acuñado por Raphael Lemkin, un abogado polaco de origen judío, cuyo pensamiento estuvo influenciado por lo que aprendió como estudiante de derecho sobre estas páginas oscuras de la historia. Ahora, al borde de un nuevo genocidio, se hace muy poco. Hoy debemos hacer algo más que simplemente lamentar las masacres del pasado. Es hora de tomar medidas para prevenir futuras masacres".